“EL SUEÑO DE LA RAZÓN PRODUCE MONSTRUOS”
Entre semialucinantes lienzos representando un
imaginado pasado con símbolos indígenas y amazónicos, conversamos la noche del
jueves 20 de febrero de sueños, mitos y Venezuela en los espacios de META
MIAMI. Un nutrido grupo de asistentes dialogaron con el Dr. Asdrúbal Aguiar,
miembro de la Real Academia Hispanoamericana de Ciencias, Artes y Letras de
España, Cádiz, y conmigo, Carlos J. Rangel, autor del libro Mitos de nuestra
humanidad: Relatos de siempre para hoy, acerca del aspecto casi onírico y metafóricamente
arquetípico del uso de estas leyendas, cuentos y fábulas para desarrollar ideas
acerca del liberalismo. Un evento
estimulante bajo la conducción experta de la Dra. Beatrice Rangel, introducido por la presidente de Meta Miami, Milagros Maldonado.
En su exposición, el Dr. Aguiar nos hace notar la dicotomía razón / emoción que permea el libro, interpretada en la primera lámina de arte incluida, el grabado de Goya no.49 “El sueño de la razón produce monstruos”. Parte de acá para desarrollar la importancia del equilibrio entre éstas para completar la existencia del ser, y aprovecha la circunstancia de que tanto él como el autor y la gran audiencia presente son venezolanos para hablar acerca de esta dicotomía en el desarrollo de la historia de Venezuela, y de cómo parece ser manifestada como una rivalidad entre la levita y las espada; las levitas enterradas con la primera república y ridiculizadas por el futuro Libertador desde Cartagena como creadores de Repúblicas Aéreas destinadas a ser ingobernables.
Resalta el Dr. Aguiar que negar el liberalismo
fundador en la primera república, derivado de documentos clave del liberalismo
hispanoamericano como la Constitución de Cádiz, la Pepa, de Juan de Mariana y
otros precursores, entierra una importante raíz del pensamiento que motivó a
Miranda y los primeros constitucionalistas, aquellos egresados de la primera
universidad del país, la casi centenaria Pontificia y Real Universidad de Caracas, a impulsar el movimiento independentista. Estos
precursores tenían la intención de cambiar la fundamentación del estado,
descendiente del monarquismo paternalista de la España medieval, por una nueva república
basada en las ideas de la revolución liberal del S. XVIII. En mi libro apunto
que los Criollos (entre ellos Bolívar) no parecían estar interesados en cambiar
el estado, solamente en sustituir a los regentes peninsulares por regentes
criollos, una revolución más de las que nada cambian y a las cuales estamos acostumbrados
en América Latina.[1]
De las cenizas y sangre de esta revolución sustitutiva,
llamada de independencia, surge la figura de El Libertador, Simón Bolívar, con
su eventual descendiente, el Gendarme Necesario de Vallenilla Lanz que mantiene
férreamente el monopolio de la violencia en manos del estado. El estado se
personifica con un jerarca todopoderoso que se mantiene por mil años o su
muerte, lo que venga primero. La identificación entre Simón Bolívar y Juan
Vicente Gómez, el regente durante los tiempos de Vallenilla Lanz, es tal que
las fechas de la muerte de los dos coinciden, el 17 de diciembre; por lo menos
oficialmente. De esa tradición -ese mito- se ha formado la Venezuela
contemporánea, más afín a la espada que a la levita. ¿Será posible que El Llibertador,
cercano a su muerte, hubiese reconsiderado su afinidad por el modelo monárquico
dictatorial? Es posible interpretar su carta a Flores desde Santa Marta de
ambas maneras: reafirmando la necesidad de un mando autoritario que le ponga
coto a los pequeños caudillos, o reconociendo la inutilidad de arar en la mar.
¿Cuál sería su verdadero sentir? Ese es el debate, las levitas o las espadas.
La exposición del Dr. Aguiar es desarrollada más
profundamente en su aporte a la revista de la Real Academia Hispanoamericana de
Ciencias, Artes y Letras, en un número próximo a salir:
MITOS QUE
CONSPIRAN CONTRA LA LIBERTAD EN VENEZUELA
A propósito del
libro de Carlos J. Rangel - (enlace próximamente disponible)
Como autor, en mi tiempo de exposición, quise destacar
el origen de la idea para el libro; desarrollar el trasfondo de la fábula más
profunda y que vemos en innumerables análisis, ideologías y filosofías, la vida
desde nuestra inocencia infantil hasta el más allá de la muerte; y destacar la
obra de los artistas en el libro. En particular se detalla la estructura y
contenido de la historieta por estar presente su ilustrador, José Rafael Páez. Esta
viñeta fue posiblemente la más difícil de todas, tanto en su ejecución como en
su contenido. Para no alargar demasiado esta reseña, el texto de mi
presentación se puede leer en este enlace:
CONVERSATORIO META MIAMI – MITOS DE NUESTRA HUMANIDAD
Presentación de
Carlos J. Rangel
La Dra. Beatrice Rangel inició la sesión de preguntas con una muy relevante, dada la nacionalidad de los ponentes y de la mayoría en la audiencia: “¿Por qué no tiene Venezuela un mito civilizatorio?” Esencialmente ¿en qué falla el mito fundacional de Venezuela para llevar el país a la condición en la que se encuentra?
Las respuestas y preguntas subsiguientes giran
alrededor de esta pregunta y el Dr. Aguiar desarrolla sus tesis presentadas en
la exposición, estableciendo al hombre fuerte como la figura fundamental en el
imaginario venezolano, extensible a las regiones permeadas por el pensamiento
bolivariano. Ante la pregunta “¿cómo
cambiar ese mito del hombre fuerte?” destaca el autor que los mitos y leyendas son
esencialmente derivados de la historia y la tradición, algo imposible de cambiar,
pero posible de reinterpretar. Solamente con la creación de nuevos mitos es
posible suplantar los arcaicos que lastran a una nación. La democracia y la
libertad han sido impuestas en el pasado por élites, como aquellas egresadas de
la Pontificia y Real Universidad de Caracas en 1810, o por los académicos e
intelectuales más recientes de la revolución de octubre del 1945, o de la
cuarta república como destacó el Dr. Aguiar. Una libertad y democracia impuesta
contra el mito subyacente del hombre fuerte es posible que esté destinada al
fracaso. Sin embargo, los acontecimientos recientes hacen pensar que hay un
nuevo mito surgiendo en la nación venezolana, uno en formación que acepta la
libertad como la mejor condición para desarrollar el potencial de cada ciudadano.
El movimiento telúrico, la revolución
y cambio que implicaría la adopción de este nuevo mito surge de las
filas propias del pueblo venezolano y tiene en este momento su manifestación en
Maria Corina Machado y los líderes que la rodean. Pero esta historia todavía no
está escrita.
La totalidad de la presentación en META MIAMI está
disponible en este ENLACE YOU TUBE.
META
Miami | Maldonado Education Through Art
[1]
En su libro, Pathways to Freedom (Coleman I. y T. Lawson-Remer, eds., Council
on Foreign Relations, 2013), los autores definen tres tipos de transición: sucesión, por ejemplo la transferencia de
un presidente en ejercicio a un presidente electo, o un heredero a la corona
ascendiendo al poder; substitución, típicamente
cambio de élites gobernantes asociadas con una revolución pero esencialmente manteniendo
el modelo de gobierno, por ejemplo, la revolución bolchevique; y cambio, la transformación de un modelo
de gobierno a otro, por ejemplo autocracia a democracia, o viceversa.
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